Casada con Marcelo Adolfo Eggers Bellouard, 22 años.
Los dos estudiaban psicología en la Universidad del Museo Social de la Av. Corrientes y Callao, y ella además era profesora. Él era de ascendencia alemana.
La pareja fue secuestrada en la vía pública en Capital el 7 de mayo de 1977.
“Gringa”. Nacida en Santa Fe el 29 de septiembre de 1947 en una familia de inmigrantes italianos.
Primaria y secundaria las llevó a cabo en esa misma provincia.
Estudiante de Ciencias de la Educación en la Universidad Católica Argentina de Santa Fe.
Profesora de Ciencias de la Educación a partir de 1971.
Trabaja en la Escuela del Profesorado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y en la Universidad de Entre Ríos en Paraná. Además obtuvo el título de Profesora de Teatro y Declamación en el Liceo Municipal de Santa Fe; en esa actividad participa junto a todo el elenco de esa institución en el homenaje en vida que se le realiza al eximio poeta lugareño José Pedroni. En esta especialización dio clases en el Colegio San José Adoratrices y en la Escuela Mantovani. Su formación de base era católica.
Se caracterizaba por ser muy generosa, trabajadora, perfeccionista. Conoce a su compañero de militancia Carlos Arturo Carullo, estudiante de Ingeniería Química. Ambo son detenidos en Córdoba entre enero y febrero de 1973 siendo amnistiados el 25 de mayo del mismo año. En mayo de 1973 se casan legalmente y por Iglesia y viven en la ciudad de Mendoza donde continúan con su militancia política y social; allí nace su hija Ana Elena el 1º de marzo de 1974. Militante de Juventud Peronista y Montoneros. En enero de 1975 detienen nuevamente a su marido. Ella se va a vivir de Mendoza a Buenos Aires. Trabaja en diversos oficios para poder subsistir, costurera por ejemplo. Solía llamar a su casa para interiorizarse de la situación familiar que era complicada: su hermana y sobrinos de 17, 16 y 14 años presos, su hermano dirigente vecinal clandestino y su madre con un cáncer de hígado que muere de tristeza en 1977. Asesinada el 28 de octubre de 1977 en Lomas de Zamora, partido de Temperley (calle La Plata 281), provincia de Buenos Aires, a los 30 años de edad. Le dieron un tiro por la espalda. Su cuerpo lo enterraron como N.N. en una bolsa de nylon junto a otro N.N. varón.
Su hermana María Rosa, presa, torturada y cuadripléjica por ello; hoy fallecida por un cáncer, decía: “Una ronda de angelitos la escolta, era lo que ella se merecía”.
Mara era la más joven de tres hermanos de una familia de Merlo. Era una chica simple, muy pero muy femenina.
Era maestra en la escuela primaria Número 8 y era muy querida por sus alumnos y compañeros. Le apasionaba enseñar a los adultos, hasta le enseñó a leer a su madre.
Cayó presa en el ‘74 junto con Jorge Cols por hacer una pintada con unas palabras del Che Guevara. Así quedó marcada – pensó en irse pero le dijeron que si se iba, mataban a toda la familia.
La noche del12 de diciembre se presentó en su casa de Merlo un grupo de personas vestidas de fajina y encapuchados. Se llevaron a Mara. Al poco tiempo salió en los diarios que habían aparecido dos cuerpos en Del Viso – eran los de Mara y Jorge. Mostraban marcas de picana en los pies. Mara tenía 28 años.
Era Profesora de Ciencias de la Educación, docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
El 12 de octubre de 1976, a las 3 de la mañana, hombres de civil irrumpieron en el departamento de Beatriz, ubicado en 3º B de Moreno 2906, gritando de que eran de la Policía Federal. Encerraron a sus tías en una pieza, y se llevaron a Beatriz diciendo que era por “averiguación de antecedentes”. Revolvieron toda la casa, y se llevaron documentos, libros y objetos de valor.
Ese mismo día su hermano Roberto, y su cuñada fueron detenidos-desaparecidos.
Los tres fueron vistos en Campo de Mayo en noviembre de 1976.
Al declarar ante la CONADEP en 1984 el ex suboficial de inteligencia del Ejército Andrés Francisco Valdez dijo que en diciembre de 1976 la maestra Ardito fue llevada a la Delegación Avellaneda de la Policía Federal. Valdez discutió con uno de los policías bonaerenses del equipo personal del general Ramón Camps, el subcomisario Eros Tarela, acerca de quién debía interrogarla. Tarela se cansó de la discusión, sacó su arma y disparó sobre la maestra.
El viernes 14 de mayo de 1976, a las cinco de la mañana, un grupo de hombres vestidos de particular y fuertemente armados entró en departamento de la familia Mignone, ubicado en la avenida Santa Fe 2949, piso tercero, A, en pleno centro de Buenos A ires. Dijeron pertenecer al ejército argentino y se llevaron a Mónica, según ellos por dos o tres horas, para hacerle algunas preguntas y sugiriendo que le diéramos dinero para el regreso. Desde entonces nada hemos sabido de ella. El caso de Mónica es similar al de millares de jóvenes argentinos, secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. En todos los casos, luego de la detención las autoridades negaban su part icipación.
Mónica tenía 24 años cuando fue detenida.
Había concluido los estudios de Psicopedagogía en la Universidad del Salvador; se desempeñaba como docente en la Universidad Nacional de Luján y era concurrente en el servicio de Psicopedagogía del hospital Piñero de la Municipalidad de Buenos Aires. Asistía igualmente a niños y jóvenes con problemas de aprendizaje.
Pero la principal preocupación de Mónica estaba centrada en la labor de promoción humana en los ámbitos religiosos, sociales, educativos y laborales, que, desde hacía varios años llevaba adelante en un sector — Belén — de la villa de emergencia del Bajo Flores, donde residían miles de familias en condiciones precarias. Durante las vacaciones se trasladaba a la Patagonia para una tarea semejante en poblaciones aisladas, hogares escuelas y poblaciones indígenas. Mónica amaba las villas y el sur del país y se identificaba con las alegrías, los dolores y los problemas de sus habitantes. Mónica vivía para los demás, en una permanente y generosa actitud de servicio, olvidándose de si misma. Esta era su característica fundament al. Lo hacía con alegría, entusiasmo, esperanza y profundidad, divirtiéndose con los jóvenes y sembrando el bien a su alrededor.
Ese fue su crimen. Por eso las fuerzas armadas se la llevaron detenida a la Escuela de Mecánica de la Armada para torturarla y vejarla cobardemente y sin duda arrojarla al mar. Mónica vivía a plena luz, con sus padres y hermanos, en contacto con mu ltitud de amigos y compañeros de trabajo. Los militares se la llevaron indefensa, en forma clandestina, como criminales y no ha vuelto.
Nosotros, sus padres, al igual que sus hermanos, tíos, primos y amigos nos sentimos orgullosos de Mónica y queremos inspirarnos en su ejemplo y sus ideales. Su nombre es un símbolo y una esperanza para el pueblo argentino, esclavizado y arruinado d urante largos años por las fuerzas armadas. Su recuerdo, que se agranda al pasar el tiempo, nos anima a luchar como ella por los pobres, perseguidos, oprimidos, marginados, presos y detenidos-. desaparecidos.
Ricardo “el Tano” Cravello tenía 38 años cuando fue secuestrado. Trabajaba de técnico, maestro de obras. Estaba casado con María Cristina “Nenina” Lonardi con quien tenía 3 hijos. Tenía 2 hijos más de su matrimonio anterior. Fue secuestrado junto a su mujer. Del testimonio de un amigo:
Cuando desapareció y por fragmentos pudimos reconstruir como fue:
1. Se mudaron a Zona Norte sin decir nunca a sus amigos cuál era su dirección o teléfono (ella llamaba siempre)
2. Estando en su casa, NENINA, el TANO y los 5 chicos reciben la “visita” de un Grupo de Tareas del Ejército, revisan toda la casa y se rajan si detenerlos (les pidieron identificación y dicen que fue una equivocación)
3. Llaman a la casa de Emilio LONARDI (ya fallecido) y le cuentan lo sucedido, Emilio les aconseja que dejen la casa y vayan a la suya……no le dan bola.
4. Emilio se toma un colectivo y va hasta la casa para tratar de convencerlos (en realidad fue a buscarlos)
5. Nenina y Ricardo se mantienen en su posición, el Tano trata de tranquilizarlo a Emilio, le dice que vuelva a su casa y lo acompaña hasta el colectivo.
6. Estando en la parada del colectivo (aparentemente muy cerca de su casa) escuchan disparos, van Emilio y el Tano corriendo hasta la casa y cuando llegan, ven que sacan envuelta herida en una sábana a Nenina.
7. Inmediatamente los encanutan a Emilio y al Tano y los llevan a todos a Campo de Mayo. A Nenina y Ricardo los retienen y a Emilio después de unas horas lo dejan en libertad (era un señor mayor de casi 80 años).
8. Nenina Lonardi y Ricardo Cravello quedan en CAMPO DE MAYO en poder del EJERCITO “ARGENTINO”.
9. Desde este momento en adelante la información es muy confusa, tenemos una donde NENINA dice y EMILIO escucha la confesión de su hija , otra donde había cierto grado de contacto o visitas a través de un suboficial al que coimeaban.
Lo real es que los padres de NENINA, a los del TANO nunca los conocimos, se mudan de un día para otro al interior de la Provincia de Buenos Aires con sus nietos. Nunca más pudimos tener contacto con ellos (25 años).
Hasta acá el relato…..pero este es el relato de la muerte…..y NENINA y RICARDO eran la vida, siempre se reían y yo y todo el grupo de amigos que los amabamos queremos recordarlos así.
Ellos sabían para que vivían y supongo con un profundo respeto y amor que supieron porque murieron.
En estos días tan confusos que vivimos en la Argentina, nos acordamos mucho de ellos…..teníamos utopías compartidas, tal vez por distintos caminos, pero por el amor de Dios que nadie olvide (es lo que nos corresponde) ya que perdonar es divino.
Fue secuestrado el 16 de febrero de 1975 y asesinado por la Triple A, pocos días después.
Docente y estudiante avanzado de la carrera de sociología comenzó su labor como maestro en la escuela Nº 20 del distrito escolar 8vo y al momento de su secuestro trabajaba en la escuela Nº 27 del distrito escolar Nº 19, en Villa Lugano.
Fue un militante revolucionario y dirigente gremial. Fue elegido secretario de prensa de AUDEC (Asociación Unificadora de Educadores de la Capital Federal) adherida a CTERA. Por su actitud frente a la vida y la docencia supo ganarse el aprecio de maestros, alumnos, padres y compañeros de militancia.
En octubre del año pasado fue homenajeado por compañeros docenes y militantes y ex –alumnos, madres y padres, en un acto donde se designó como “Maestro Guillermo José Barros” a la Escuela Nº 21 del Distrito Escolar 19 de la Ciudad de Buenos Aires.
Un ex alumno escribió sobre él: “…sembró semillas y recogió flores. Sembró justicia y amor en pos de su vida y recogerá a través del tiempo y el espacio el reconocimiento de haber sido un transgresor del conocimiento y de la pedagogía argentina…”
se había graduado de maestra en 1968 (5º 4ª) en la Escuela Normal de Quilmes.
Había nacido el 7 de marzo de 1951, en Bernal, hija de Rosario Rinaldi y Ana Sarlo, y cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 17 de su barrio, La Colonia.
Este año, cuando se conmemore el Día de la Memoria según lo prescripto por el Calendario Escolar, se le rendirá homenaje como a otros ex-alumnos en la sede de “su-nuestra” escuela.
Fue secuestrada en su casa de la calle Intendente Olivieri (antes Mendoza) de Quilmes, el 2 de febrero de 1977 al igual que su esposo Enrique “Tito” Andrés Pocetti (27 años), estudiante de Agronomía y empleado municipal, quien aparentemente fue ultimado en el domicilio. El apellido de “Tito” a veces aparece como Poletti y otras como Focetti. Elena se desempeñaba como maestra en la escuela Nº 2 de Florencio Varela. “…hacían trabajos barriales, como el agua, en señalar a los chicos que tenía problemas de aprendizaje en el Barrio Buenaventura y en el Barrio La Serranitas.”
“La existencia de centros clandestinos de detención en la Argentina de mediados de la década del ’70 del siglo XX es, sin lugar a dudas, la página más negra de toda nuestra historia como país, no solamente por el hecho en sí de su existencia, sino además, porque estos sitios infernales irrumpieron en el marco de una sociedad supuestamente “civilizada”, con la tasa de educación más alta de toda América Latina y con estándares culturales similares a los de Europa, al menos en los grandes centros urbanos.”
(http://www.bc-consultores.com.ar/articulos/fallos/1279530192.pdf)
Vamos a proseguir con el análisis de la responsabilidad de Ricardo Néstor Martinez.
[…]
Un último punto a destacar del legajo, por demás sugestivo, es la felicitación especial que surge de la foja de observaciones en la que con fecha 10 de junio de 1977, se consignó “FELICITADO POR LA DIRECCIÓN NACIONAL EN VIRTUD DE LA EFICIENCIA Y VOCACIÓN DE SERVICIO EN BENEFICIO DE LA INSTITUCIÓN Y DE LA PATRIA EN LA DIFÍCIL MISIÓN DESARROLLADA”.
[…]
Ana María Di Salvo refirió que justamente era la persona a quien ella conoció como Pájaro, y que para fin de abril aproximadamente, llevó a los prisioneros restos de comida de su fiesta de cumpleaños.
[…]
Ana María Di Salvo lo identificó en la sala como Pájaro. Además de referir que lo recordaba por haber llevado al centro clandestino las sobras de la comida de su cumpleaños, contó que éste hablaba mucho con Elena Rinaldi de Pocetti, allí secuestrada, y que cuando ella fue sacada de las cuchas –se encuentra desaparecida- dijo textualmente: “…y vio que no estaba [por Martínez], movía la cabeza como si dijera “no puede ser”, y que se apoyaba en la puerta, que era la madera de la cucha, mirando el hueco vacío donde había estado Elena.” (Alegato juicio CCD Vesubio -sin los hechos- 10.-)
22. Privación ilegal de la libertad –durante más de un mes- y tormentos de Elena Rinaldi de Pocetti.
Se encuentra acreditado en autos que Elena Rinaldi de Pocetti, quien permanece desaparecida, fue privada ilegalmente de la libertad y mantenida en cautiverio en el CCDT “El Vesubio”, al menos entre el 9 de marzo y el 19 de abril de 1977; por lo que su cautiverio en este sitio se extendió por un período superior a un mes. También se ha confirmado que durante ese lapso fue sometida a tormentos en este sitio.
Su paso por el CCDT ha sido corroborado por el testimonio de Ana María Di Salvo – detenida en “El Vesubio” desde el 9 de marzo de 1977 hasta el 20 de mayo del mismo año-, quien al respecto, relató “…que Elena Rinaldi de Pocetti fue la primera en caer de las tres, es decir, la primera secuestrada. Eso lo he sacado por las fechas. En Página 12, o La Opinión, no se si ya se llamaba Página 12, que publicaron un cuadernillo en el cual aparece la lista de desaparecidos, los niños, con datos exactos y de los que no se tienen los datos completos. Y de ese listado observé que Elena Rinaldi de Pocetti fue la primera en caer, después «la tana» y después Silvia de Rafaelli” (fs. 69.017/8).
Al ampliar su declaración testimonial precisó: “Otra detenida era Elena Rinaldi de Pocetti, la nombré en mi declaración anterior, ella ya estaba cuando yo llegué, ella era una de las tres que estaba en la Jefatura, era amiga de Silvia y de La Tana, pero no sé si se conocían de antes o se conocieron ahí. A ella se la llevaron unos días antes de mi libertad, con posterioridad de La Tana y Silvia. Era morocha, muy callada, era reservada” (fs. 68.288).
Coincidentemente, Elena Alfaro, en su testimonio obrante a fs. 25.497/8 dijo: “En relación a las personas que estuvieron cautivas en el mismo período que la declarante […] estaba una chica a la que llamaba «Elena de Quilmes», «Cuqui» que era Rinaldi de apellido y ya estaba en el campo cuando la declarante llega y fue traída de otro campo con «La Tana» y «Silvia» que es llevada a vivir con Delta”.
En consecuencia, las constancias relatadas hasta el momento permiten tener por prima facie acreditada la privación ilegal de la libertad y los tormentos padecidos por Elena Rinaldi de Pocettidurante su estancia en “El Vesubio”, evento que habrá de serle reprochado –en los términos del art. 306 del C.P.P.N.- a Cendón y a Minicucci.
(http://www.bc-consultores.com.ar/articulos/fallos/1279530192.pdf)
Véase nuestra entrada del 19/09/12 para más detalles sobre Elena.
Fuentes: http://unidadddhh.blogspot.com.ar/2011/06/alegato-juicio-ccd-vesubio-sin-los_4335.html
http://www.bc-consultores.com.ar/articulos/fallos/1279530192.pdf
Publicado por Raquel Gail para Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes el 3/07/2013 12:20:00 a.m.
se había graduado de maestra en 1968 (5º 4ª) en la Escuela Normal de Quilmes.
Había nacido el 7 de marzo de 1951, en Bernal, hija de Rosario Rinaldi y Ana Sarlo, y cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 17 de su barrio, La Colonia.
Este año, cuando se conmemore el Día de la Memoria según lo prescripto por el Calendario Escolar, se le rendirá homenaje como a otros ex-alumnos en la sede de “su-nuestra” escuela.
Fue secuestrada en su casa de la calle Intendente Olivieri (antes Mendoza) de Quilmes, el 2 de febrero de 1977 al igual que su esposo Enrique “Tito” Andrés Pocetti (27 años), estudiante de Agronomía y empleado municipal, quien aparentemente fue ultimado en el domicilio. El apellido de “Tito” a veces aparece como Poletti y otras como Focetti. Elena se desempeñaba como maestra en la escuela Nº 2 de Florencio Varela. “…hacían trabajos barriales, como el agua, en señalar a los chicos que tenía problemas de aprendizaje en el Barrio Buenaventura y en el Barrio La Serranitas.”
“La existencia de centros clandestinos de detención en la Argentina de mediados de la década del ’70 del siglo XX es, sin lugar a dudas, la página más negra de toda nuestra historia como país, no solamente por el hecho en sí de su existencia, sino además, porque estos sitios infernales irrumpieron en el marco de una sociedad supuestamente “civilizada”, con la tasa de educación más alta de toda América Latina y con estándares culturales similares a los de Europa, al menos en los grandes centros urbanos.”
(http://www.bc-consultores.com.ar/articulos/fallos/1279530192.pdf)
Vamos a proseguir con el análisis de la responsabilidad de Ricardo Néstor Martinez.
[…]
Un último punto a destacar del legajo, por demás sugestivo, es la felicitación especial que surge de la foja de observaciones en la que con fecha 10 de junio de 1977, se consignó “FELICITADO POR LA DIRECCIÓN NACIONAL EN VIRTUD DE LA EFICIENCIA Y VOCACIÓN DE SERVICIO EN BENEFICIO DE LA INSTITUCIÓN Y DE LA PATRIA EN LA DIFÍCIL MISIÓN DESARROLLADA”.
[…]
Ana María Di Salvo refirió que justamente era la persona a quien ella conoció como Pájaro, y que para fin de abril aproximadamente, llevó a los prisioneros restos de comida de su fiesta de cumpleaños.
[…]
Ana María Di Salvo lo identificó en la sala como Pájaro. Además de referir que lo recordaba por haber llevado al centro clandestino las sobras de la comida de su cumpleaños, contó que éste hablaba mucho con Elena Rinaldi de Pocetti, allí secuestrada, y que cuando ella fue sacada de las cuchas –se encuentra desaparecida- dijo textualmente: “…y vio que no estaba [por Martínez], movía la cabeza como si dijera “no puede ser”, y que se apoyaba en la puerta, que era la madera de la cucha, mirando el hueco vacío donde había estado Elena.” (Alegato juicio CCD Vesubio -sin los hechos- 10.-)
22. Privación ilegal de la libertad –durante más de un mes- y tormentos de Elena Rinaldi de Pocetti.
Se encuentra acreditado en autos que Elena Rinaldi de Pocetti, quien permanece desaparecida, fue privada ilegalmente de la libertad y mantenida en cautiverio en el CCDT “El Vesubio”, al menos entre el 9 de marzo y el 19 de abril de 1977; por lo que su cautiverio en este sitio se extendió por un período superior a un mes. También se ha confirmado que durante ese lapso fue sometida a tormentos en este sitio.
Su paso por el CCDT ha sido corroborado por el testimonio de Ana María Di Salvo – detenida en “El Vesubio” desde el 9 de marzo de 1977 hasta el 20 de mayo del mismo año-, quien al respecto, relató “…que Elena Rinaldi de Pocetti fue la primera en caer de las tres, es decir, la primera secuestrada. Eso lo he sacado por las fechas. En Página 12, o La Opinión, no se si ya se llamaba Página 12, que publicaron un cuadernillo en el cual aparece la lista de desaparecidos, los niños, con datos exactos y de los que no se tienen los datos completos. Y de ese listado observé que Elena Rinaldi de Pocetti fue la primera en caer, después «la tana» y después Silvia de Rafaelli” (fs. 69.017/8).
Al ampliar su declaración testimonial precisó: “Otra detenida era Elena Rinaldi de Pocetti, la nombré en mi declaración anterior, ella ya estaba cuando yo llegué, ella era una de las tres que estaba en la Jefatura, era amiga de Silvia y de La Tana, pero no sé si se conocían de antes o se conocieron ahí. A ella se la llevaron unos días antes de mi libertad, con posterioridad de La Tana y Silvia. Era morocha, muy callada, era reservada” (fs. 68.288).
Coincidentemente, Elena Alfaro, en su testimonio obrante a fs. 25.497/8 dijo: “En relación a las personas que estuvieron cautivas en el mismo período que la declarante […] estaba una chica a la que llamaba «Elena de Quilmes», «Cuqui» que era Rinaldi de apellido y ya estaba en el campo cuando la declarante llega y fue traída de otro campo con «La Tana» y «Silvia» que es llevada a vivir con Delta”.
En consecuencia, las constancias relatadas hasta el momento permiten tener por prima facie acreditada la privación ilegal de la libertad y los tormentos padecidos por Elena Rinaldi de Pocettidurante su estancia en “El Vesubio”, evento que habrá de serle reprochado –en los términos del art. 306 del C.P.P.N.- a Cendón y a Minicucci.
(http://www.bc-consultores.com.ar/articulos/fallos/1279530192.pdf)
Véase nuestra entrada del 19/09/12 para más detalles sobre Elena.
Fuentes: http://unidadddhh.blogspot.com.ar/2011/06/alegato-juicio-ccd-vesubio-sin-los_4335.html
http://www.bc-consultores.com.ar/articulos/fallos/1279530192.pdf
Publicado por Raquel Gail para Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes el 3/07/2013 12:20:00 a.m.
José Luis vivía con sus padres en la Capital Federal cuando debió presentarse en el Distrito Militar Buenos Aires para la revisación médica y la asignación de destino. Fue incorporado el 16 de marzo de 1976 al Regimiento de Infantería de Montaña 21, ubicado en Las Lajas, provincia del Neuquén. El 13 de octubre su familia recibió un telegrama del hijo: “ME TRASLADAN COLONIA SARMIENTO CHUBUT. ESTOY BIEN. JOSE LUIS”.
Según dice el testimonio de su padre en Nunca Más
«Viajando solo durante cinco días mi hijo llega a su nuevo destino el día 17 de octubre de 1976. El día 19, a las cuarenta y ocho horas de haberse presentado en el Regimiento 25 desaparece. De acuerdo a los informes obtenidos personalmente por mi parte en dicha Unidad Militar y que me fueron proporcionados por el propio jefe del mencionado Regimiento 25, Compañía B, en Sarmiento, Chubut; el día de la desaparición, mi hijo había salido en misión de servicio a las órdenes de un Sargento y con otro soldado en una camioneta. Cerca del cuartel se avería este vehículo; el sargento le ordena volver a pedir auxilio, se dirige al cuartel y en ese trayecto, cerca de dicha unidad militar, desaparece. Al pasar unos días lo dan como desertor, y es aquí donde surge mi duda. Y esto no sólo porque conocíamos la naturaleza de José Luis, sino por las dos razones siguientes: el 1° de agosto, mientras estaba en Las Lajas, Neuquén, fue enviado en comisión él solo a la Capital Federal para hacer compras y llevar los encargos para el Regimiento N° 21, misión que cumplió satisfactoriamente, por tal motivo le entregan un diploma de agradecimiento. Y segunda razón, que durante su viaje de traslado de Las Lajas a Sarmiento, Chubut, en cada lugar que debía detenerse a la espera de combinación de transporte, aprovechaba para escribirnos, y nunca nos manifestó tal idea, si hubiera deseado desertar, tenía todas las oportunidades a su favor durante el trayecto de tan largo viaje. Pudo haberlo hecho antes de presentarse a las autoridades de la Unidad a la que fue trasladado, zona totalmente desconocida para él».
Fueron inútiles las gestiones de la familia del soldado ante autoridades militares y judiciales. El 12 de septiembre de 1980 el juez de instrucción Diego Peres rechazó el habeas corpus en favor del aún hoy desaparecido soldado José Luis Rodríguez..
Casada con JORGE CARLOS CLERC
DESAPARECIDO 15/06/1976
María Cristina nació el 20 de mayo de 1951 en la ciudad de Buenos Aires.
Jorge el 20 de enero de 1948 en Santos Lugares, provincia de Buenos Aires.
Formaron pareja y tuvieron dos hijos: Sebastián nacido en 1969 y Emiliano en 1972.
La pareja militaba en el PRT-ERP.
Fueron secuestrados el 15 de junio de 1976 en su domicilio de Merlo, provincia de Buenos Aires.
La joven estaba embarazada de un mes.
La pareja y el niño/a que debió nacer en cautiverio permanecen desaparecidos.