Monthly Archives: June 2021

Pablo Finguerut

June 26, 2021

Pablo Alberto Finguerut

Argentina

Colimbas

El Escuadrón Perdido, por José Luis D’Andrea Mohr.

Nació: 8 de enero de 1955
Desapareció: 14 de junio de 1976
Unidad: Comando en Jefe de la Armada (Edificio Libertad)
Comandante: Almirante Emilio Eduardo MASSERA
Secretario general: Capitán de navío Federico A. ROUSILLON
Jefe de Compañía: Teniente de navío Julio A. DITTRICH
Juez de instrucción: Capitán de corbeta Juan E. MIRANDA
Secretario: Suboficial mayor Julio LAPIDO
Director general de Personal Naval: Contraalmirante Horacio GONZALEZ LLANOS

El suboficial mayor (RE) Rubén VAL era amigo de la familia FINGUERUT cuando a Pablo Alberto le tocó el servicio militar en la Armada. Para que el muchacho permaneciera en la Capital Federal, ese suboficial recurrió al capitán de fragata Felipe Antonio SAN SEBASTIAN, quien logró que FINGUERUT fuese destinado al Edificio Libertad, sede del Comando en Jefe de la Armada. Pablo Alberto fue destinado a la repostería en el piso 11, y atendía especialmente al capitán de navío Federico A. ROUSILLON, secretario general naval.

El 14 de junio de 1976, día de la desaparición de Pablo Alberto, las autoridades navales comenzaron una investigación por “intento de envenenamiento de personal naval y civil”. Se acusó al conscripto “fugado” Pablo Alberto FINGUERUT, y varias personas fueron atendidas en el Hospital Naval con “intoxicación aguda por ingestión de arsénico”. Los internados recibieron atención médica y ninguno de ellos conservó secuelas del episodio.

Como consecuencia de lo narrado fue allanada la casa de la familia FINGUERUT. Los miembros del operativo naval revisaron todo, secuestraron doscientos setenta libros, muchos de autores comunistas, y se llevaron detenido al padre de Pablo Alberto, entonces miembro del Consejo de Profesionales en Ciencias Económicas. El doctor FINGUERUT estuvo detenido en buques de la Armada y en otros centros clandestinos de detención durante un año, y padeció constantes agresiones por su condición de judío. En septiembre de 1976, durante el cautiverio, los carceleros le permitieron tener un contacto telefónico con su hijo, lo cual demostró que no era desertor sino prisionero; otro tanto sucedió en 1977. Finalmente, por presión internacional, el doctor FINGUERUT fue autorizado a dejar el país.

En 1978, por medio de Amnesty International, ,31 padre de Pablo Alberto supo que su hijo había sido asesinado por sus captores navales después de terribles sesiones de tortura.

El sumario, iniciado por la Armada el 17 de junio de 1976 y terminado en julio de 1977, fue caratulado como “Homicidio agravado en grado de tentativa, por envenenamiento”. Después de toda clase de diligencias, los peritos y médicos afirmaron que la dosis de arsénico sólo podía ser mortal en caso de que cada comensal hubiera ingerido medio kilo o más de jamón con ensalada rusa (lo cual era imposible, porque las porciones contenían 60 g de jamón y 100 de ensalada rusa). A fojas 134, el capitán de corbeta Juan Enrique MIRANDA, juez de instrucción, escribió:

“[…] el delito en cuestión no habría sido contemplado en la ley 21.272 promovida el 24 de marzo de 1976 por la Junta Militar, en su artículo 12 que a continuación se transcribe: “El que cometiere cualquier violencia contra personal militar, de Fuerzas de Seguridad o de las Fuerzas Policiales y Penitenciarias, Nacionales o Provinciales, que se hallaren o no en el ejercicio de sus funciones, será reprimido con reclusión hasta 15 años. Si de resulta de ello se causare lesiones graves, gravísimas o la muerte de dicho personal, la pena a imponer será de reclusión por tiempo indeterminado o muerte”. Tal circunstancia obedece principalmente a que en el referido artículo se ha empleado la palabra violencia, cuyo alcance jurídico no abarca delitos por envenenamiento o similares.

“[…] Por las razones expuestas, elevo el presente a fin de que la Superioridad contemple la modificación de la ley en cuestión y en especial su primer artículo con el objeto de incluir en la misma cualquier tipo de atentado o agresión, ya sea por las armas o cualquier otro y que a su vez abarque el empleo de tóxicos o venenos, independientemente de las consecuencias posteriores para sus víctimas, ya sean físicas o psíquicas”.

El 10 de agosto de 1976, el capitán de navío auditor Germán DELGADO, jefe del Departamento Asesoría Jurídica, finalizaba así su escrito de dos páginas: “[…] Cabe dejar aclarado que en caso de que se considere que los mencionados delitos contemplados ahora en el Código Penal deben ser de competencia de la justicia militar, es necesario efectuar una nueva reforma legal que así lo disponga, como bien lo señala el nombrado señor Juez de Instrucción”.

El 18 de octubre de 1976, mientras Pablo Alberto era torturado, su padre permanecía detenido y los marinos se ocupaban de incluir de alguna manera el envenenamiento como delito militar, el contraalmirante Horacio GONZALEZ LLANOS, director general de Personal Naval, dispuso:

“- Sancionar con 8 (ocho) días de apercibimiento al Cap Frag D Felipe Antonio SAN SEBASTIAN por ‘Solicitar la asignación de destino especial para un conscripto al que no conocía personalmente, ni tampoco a sus familiares’.

“- Sancionar al Suboficial Mayor (RE) Rubén VAL con 6 (seis) días de arresto por la misma causa.

“- Declarar que las afecciones de: ‘Intoxicación aguda grave por arsénico sufridas por el Cap Navío IM D Alberto Héctor QUEVEDO y el conscripto Roberto AMITRANO son consecuencia de actos del servicio”.

El cuerpo de Pablo Alberto FINGUERUT jamás se encontró.

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua47.htm

Miguel Angel Fiorito

Miguel Angel Fiorito

Argentino

Colimbas

El Escuadrón Perdido, por José Luis D’Andrea Mohr.

Nació: 6 de marzo de 1955
Desapareció: 12 de julio de 1976
Unidad: Batallón de Arsenales 601
Jefe: Coronel Eduardo ABUD
Segundo jefe: mayor Pablo SKALANY
Comandante de Zona: General Carlos G. SUAREZ MASON
Comandante de Subzona: General Adolfo SIGWALD

Miguel Angel FIORITO comenzó su servicio militar en marzo de 1976 destinado en el Batallón de Arsenales 601, ubicado en Boulogne, provincia de Buenos Aires, y cabecera del Area 111, operadora de los centros clandestinos de detención “Pozo de Quilmes” y “Puesto Vasco”, con jurisdicción sobre el partido de Quilmes.
Miguel Angel cumplió con el período básico de instrucción y fue designado asistente del teniente CINTO COURTEAUX. El joven salía todas las tardes y dormía en su casa. El 12 de julio por la mañana salió hacia el cuartel. Esa tarde no regresó a su casa, y al día siguiente la familia recibió el llamado telefónico del teniente CINTO COURTEAUX. El oficial les dijo que Miguel Angel había salido franco la tarde del día anterior, como siempre, pero que no había regresado. A partir de ese momento los padres hicieron lo imposible para obtener respuestas a la desaparición del hijo, declarado desertor, y el habeas corpus que presentaron fue rechazado por el Juzgado Federal de San Martín.

El 10 de septiembre de 1984 el Estado Mayor General del Ejército respondió al ministro de Defensa que las actuaciones labradas con motivo de la falta grave de deserción cometida por el soldado conscripto Miguel Angel FIORITO se encontraban en poder del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Miguel Angel permanece desaparecido, al igual que su compañero de unidad Ricardo Héctor ZATYLNY RIZZO.

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua48.htm

Nestor Alberto Oliva

Nestor Oliva

Argentina

Colimbas

Nestor Oliva

Argentina

Colimbas

Desaparecido 5/8/77

https://colectivoepprosario.blogspot.com/2014/08/eaaf-mendoza-identificaron-los-restos.html

Laura Susana Martinelli y de Carlos Alberto Oliva fueron privados ilegalmente de su libertad en Mar del Plata el 05/08/76 y conducidos a un centro clandestino de detención ubicado en la Base Naval Mar del Plata, donde fueron sometidos a tormentos, siendo luego trasladados a la Base Naval de Puerto Belgrano, resultando Laura Susana Martinelli muerta junto con dos N.N. en un presunto enfrentamiento con fuerzas conjuntas de la Armada Argentina y del Comando V Cuerpo de Ejército, en la Avenida de Circunvalación, a 5 km. de la ciudad de Bahía Blanca, encontrándose Carlos Alberto Oliva desaparecido desde esa misma fecha.

http://desaparecidos.org/arg/victimas/listas/bahia.html

Luis Daniel Garcia

June 24, 2021

Luis Daniel Garcia

Argentina

Colimbas

El Escuadrón Perdido, por José Luis D’Andrea Mohr.

Nació: 16 de enero de 1955
Desapareció: 12 de agosto de 1976
Unidad: colegio Militar de la Nación Director: General Reynaldo Benito BIGNONE
Jefe de Agrupación Tropas: Teniente coronel Rodolfo G. RIOS
Jefe de Compañía: Teniente primero Alberto Federico TORRES
Juez militar 21: Coronel Alberto MARTINEZ
Secretario: Suboficial principal Sergio Roal GIMENEZ
Jefe Batallón de Aviación del Ejército 601: Teniente coronel Luis del Valle ARCE
Comandante de Aviación del Ejército: Coronel Oscar Luis JOFRE
Comandante Zona CCD “Campo de Mayo”: General Santiago Omar RIVEROS
Comandante de Zona de secuestro: General Carlos G. SUAREZ MASON
Comandante Subzona de secuestro: General Jorge OLIVERA ROVERE
Jefe de Area de secuestro: Coronel Humberto LOBAIZA
Actuante: Suboficial principal Carlos Martín GOMEZ

Dos días después del secuestro de STEIMBERG, Luis Daniel GARCIA, perteneciente como aquél a la Compañía Comando y Servicios del Colegio Militar, fue secuestrado en su domicilio del barrio porteño de Caballito. El joven vivía con Laura, su esposa (entonces embarazada), en un departamento ubicado en Río de Janeiro 840 y tramitaba su baja, procedimiento habitual para casos de soldados casados.

El 12 de agosto a la una de la mañana el soldado y su esposa fueron despertados por golpes en la puerta del departamento.
-¿Soldado GARCIA? -preguntó una voz de hombre.
-Soy yo, ¿quién es?
– Traigo una orden de la Compañía Comando para usted.

Cuando Luis Daniel abrió la puerta penetraron varios individuos armados con fusiles y pistolas ametralladoras; dos de ellos estaban vestidos con uniforme verde de combate y poncho, los otros cuatro, ataviados con pelucas y semi uniformados, tenían aspecto de “fuerzas irregulares”. Rápidamente, esposaron y vendaron los ojos al matrimonio. Laura pudo escabullirse hacia el palier, donde gritó con fuerza; comenzaron a oírse ruidos de puertas y vecinos que preguntaban qué pasaba. Esto hizo que los asaltantes apuraran su retirada llevándose a la rastra al conscripto que gritaba.

Un coronel en actividad que vivía en el edificio salió al pasillo con una pistola, pero nada pudo hacer frente al poder de fuego del grupo, que se retiró con el conscripto secuestrado.

A las siete de la mañana del día siguiente los padres de Luis Daniel se presentaron en el Colegio Militar para denunciar lo ocurrido y fueron atendidos por un coronel, en ausencia del general BIGNONE. El oficial les dijo que ya se estaban haciendo las actuaciones “por deserción” (recordemos que las verdaderas actas por deserción comenzaban a labrarse recién al quinto día de falta sin causa de un soldado conscripto). En realidad, Luis Daniel estaba compartiendo el destino de muchos otros detenidos en el centro clandestino “El Campito”, de Campo de Mayo.

Año 1984. En el pasillo del tribunal aguardaban dos hombres desde una hora antes. Vieron acercarse a pasos ligeros al individuo canoso y alto, acompañado por el doctor Jaime Lucas LENNON. Los señores Jaime STEIMBERG y Wenceslao GARCIA interceptaron el rumbo del general Reynaldo Benito BIGNONE y de su defensor y ex ministro de Justicia del Proceso.

-¡Usted nos conoce! -bramó Jaime STEIMBERG, y BIGNONE palideció sin atinar a dar respuesta alguna.

-¡Allí se encontrará con la justicia! -STEIMBERG señaló la puerta del despacho del juez Carlos OLIVERI y el ex dictador, obediente, cruzó a través del marco de la puerta de madera oscura que abriera LENNON. Dentro del salón alcanzó a dar tres pasos y se desmayó sobre un sillón de cuero. Afuera aguardaban los padres de dos soldados desaparecidos del Colegio Militar: Luis Pablo STEIMBERG y Luis Daniel GARCIA. Los querellantes habían recorrido un calvario de ocho años desde el secuestro de sus hijos, acusados de desertores por los secuestradores.

Reynaldo Benito BIGNONE salió del despacho del juez OLIVERI incomunicado y con prisión preventiva por “privación ¡legal de la libertad”. Cinco meses después la Suprema Corte de Justicia dictaminó que la causa era de jurisdicción y competencia militares. Se hizo cargo entonces el juez militar N’ 21, coronel Alberto MARTINEZ, quien sobreseyó a todos los implicados en los secuestros.

Entre decenas de declaraciones tomadas por el juez Carlos A. OLIVERI desde el 11 de abril de 1977 por la causa “STEIMBERG, Luis Pablo y otro s/privación ilegal de la libertad”, la del capellán castrense Norberto Eugenio MARTINA resulta muy ilustrativo.
Así contestó el sacerdote católico, bajo juramento, el interrogatorio del doctor OLIVERI, el 29 de septiembre de 1983:

“Que desde el año 1970 se encuentra destinado por el Vicariato castrense en el Colegio Militar de la Nación, sito en El Palomar, Pcia. de Buenos Aires encontrándose actualmente en dicho lugar. Que su función en el Colegio es la asistencia espiritual de todo el personal, incluso de los agentes civiles, como asimismo por supuesto de los cadetes y soldados. Que dentro de esa asistencia se comprende el servicio religioso, catequesis y charlas grupales de soldados o cadetes, en las cuales se les habla sobre la familia, o por ejemplo de la bandera cuando deben jurarla, o por ejemplo sobre su misión allí en cuanto a que si bien dejaron su familia es importante su misión allí como soldados. A preguntas de S.S. respecto de quién era director del Colegio Militar de la Nación en el año 1976 refiere que era el Gral. BiGNONE.

“Respecto del 24 de marzo de 1976 recuerda que participó de un servicio religioso en Caseros, donde se encontraban en ese momento los soldados, por el cambio de Gobierno. A preguntas refiere que en dicho lugar no cumplían instrucción, que desconoce qué hacían pero era por el cambio de Gobierno. Que allí precisamente les celebró una misa. A preguntas de S.S. refiere que no tiene conocimiento que dentro del Colegio Militar se hubieran formado grupos de tareas a los efectos de realizar procedimientos antisubversivos. Que los soldados son apoyo para el funcionamiento del Instituto y no se los instruye como unidad de combate. Que no tiene conocimiento de que se los instruyera o adoctrinara como dijera para el combate. A preguntas de S.S. refiere que vive en el Colegio Militar, come y duerme allí, y en oportunidades come con soldados o conscriptos u oficialidad. A preguntas de S.S. refiere que frente al Colegio Militar había un puesto caminero pero hace años fue destruido. Acota que era policía caminera de la provincia de Buenos Aires, pero no había personal del Colegio. Que ignora que en el mismo se hubieran producido detenciones. Que no puede precisar la fecha de demolición del mismo.

“A preguntas de S.S. refiere que tuvo conocimiento de la deserción de conscriptos, pero nunca se habló de ellos como que hubieran desaparecido. A preguntas de S.S. refiere que nunca trató con soldados u oficiales el tema de la desaparición de esos soldados.

“Que desconoce que los soldados fueran adoctrinados en la lucha contra la subversión. Que tiene conocimiento que se diera de baja a cadetes pero ignora los motivos. A preguntas de S.S. refiere que recuerda que ZAMBONI y GASPIO fueron dados de baja pero ignora los motivos.

“Que desconoce la existencia en el Colegio de un grupo llamado “FALANGE DE FE”. Que es la primera vez que escucha ese nombre. A preguntas de S.S. refiere que según tiene conocimiento nunca hubo en el Colegio un colectivo color celeste, que quiere aclarar que había unidades militares que sí pintaban colectivos con colores civiles para evitar ser atacados en la época del 76/77.

“A preguntas de S.S. y exhibidas las fotografías de fs. 415, refiere que recuerda el nombre de Luis Pablo STEIMBERG y también recuerda su cara como perteneciente a la sección electrónica. Que en este acto recuerda también al querellante Jaime STEIMBERG como haber concurrido en alguna oportunidad al Colegio Militar pero desconoce el motivo por el que concurría. Que respecto del soldado GARCIA refiere que recuerda su cara. Que precisamente de ellos se habló que faltaban al Colegio y luego se los declaró desertores. Insiste que nunca sintió de ellos que estuvieran desaparecidos, ni tampoco tuvo dudas de que fueran desertores. A preguntas de S.S. refiere que el deponente tenía instrucción de que cualquier persona que se interesaba por algún desaparecido se lo derivara a monseñor GRASSELLI, y luego éste lo derivaría a monseñor TORTOLO, en ese momento Vicario. Que en este momento monseñor GRASSELLI es secretario del Vicario monseñor MEDINA.

“A preguntas de S.S. refiere que el director del Colegio Militar Gral. BIGNONE tenía charlas con los cadetes o soldados, pero desconoce que se los adoctrinara contra la subversión.

“Que a preguntas de S.S. refiere que en el caso de los desertores si eran capturados eran detenidos en calabozos, y el dicente concurría a verlos para prestarle asistencia espiritual.

“Acota que generalmente las deserciones se producían por problemas económicos o de amores; que no tiene conocimiento que a ningún desertor se lo considerara desaparecido. Es la primera noticia que tiene de la desaparición de GARCIA y STEIMBERG, los consideraba desertores. A preguntas de S.S. refiere que no recuerda el nombre MOLFINO, no lo recuerda y desconoce su deserción por lo tanto. Que nunca recibió comentario alguno, ni lo escuchó, ni de los soldados ni de la oficialidad, de que aquellos jóvenes hubieran sido secuestrados.

“A preguntas de S.S. refiere que en el Colegio Militar no se acepta el comunismo, pero no tiene conocimiento de que se ordenara nada contra un comunista.”

Mientras los soldados STEIMBERG, GARCIA y MOLFINO eran torturados y después asesinados, el capellán MARTINA compartía techo y pan con los verdugos. Como si el capítulo del Sermón de la Montaña del ejemplar de su Evangelio hubiese sido sustituido por Mi lucha.

MARTINA es hoy ordinario castrense, máxima autoridad militar-religiosa, ubicada a años luz del Cristo de su crucifijo.

De STEIMBERG y MOLFINO no se supo más que lo ya narrado. La confesión de un suboficial del Ejército (el sargento IBAÑEZ, a quien ya nos referimos en el caso de Ernesto Mario PARADA) permitió establecer que GARCIA fue arrojado al mar desde una aeronave militar. Los tres integran el escuadrón perdido.

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua52.htm

José Delineo Mendez

José Delineo Mendez

Argentina

Colimbas

Desaparecido el 4/11/76

José estaba haciendo la conscripción en Junín cuando fue secuestrado. Sus padres y Rogelio fueron a verlo el 19 de junio de 1976 porque debía jurar la bandera, y en el cuartel les aseguraron que “se había ido en comisión”.

La familia Méndez puso todos sus esfuerzos en buscarlo y lo encontraron en el Batallón 181. Los militares primeramente habían negado que lo tuvieran, pero un dragoneante avisó que estaba allí y no tuvieron más remedio que reconocerlo.

La familia lo encontró a José muy golpeado. José le dijo a su hermano que lo habían torturado; lo culpaban de volar una refinería y de andar entregando armas. Fue el mayor Luis Farías Barrera quien autorizó las visitas en el Batallón y en la U9, a donde lo trasladaron posteriormente. En la U9 lo sacaban en la noche para torturarlo. De allí fue trasladado a Rawson, a donde la familia le podía escribir.

En noviembre de 1976 les regresaron una carta, diciendo que José había sido trasladado. La familia fue a ver a Farías Barrera al Comando y éste les dijo que él (Farías Barrera) mismo lo había puesto en un colectivo El Valle hacia Cutral Có, cuando lo fue a buscar a Rawson y lo dejó en Bahía.

El padre de José se jubiló en 1977 de YPF para tener tiempo de buscarlo. Envió notas y cartas a todos los medios, a todo el mundo, sin resultados.

Según las investigaciones posteriores, el 3 de noviembre de 1976, José junto a Orlando Cancio, Miguel Angel Pincheira y Javier Seminario Ramos fueron sacados de la U-6 de Rawson. En el juicio por la desaparición de estos chicos, el ex suboficial del Ejército, Valentín Toledo confesó haber paticipado en una comisión que sacó a tres personas vendadas del penal de Rawson, “se las puso en el piso (de un Falcon, gris o blanco), una encima de otra” y se las llevó a Neuquén sin otra detención que unos diez minutos para cargar combustible. Toledo reconoció que viajó con los pies sobre los detenidos.

.. “Su infancia transcurrió en las casitas blancas del barrio Campamento central de la ciudad de Plaza Huincul, donde los días de barrio eran intensamente tranquilos. De familia “ypefiana”, cinco hermanos, era niño juguetón, con gran imaginación y pasaba horas entreteniéndose en casa con algún juguete comprado y especialmente con aquellos que él inventaba con sus propias manos y poco salía a jugar con los vecinitos del barrio…

Lo caracterizaba por un temperamento tranquilo, pero de un accionar inquieto y decidido, comprometido, se reunía con amigos y conocidos para ir en ayuda de vecinos de los barrios “Peñi Trapun o Pampa” que estaban pasando malos momentos económicos por la falta de trabajo, y esto consistía en conseguir materiales para acomodar su casita, o también acercarles algún alimento a las familias más carenciadas. También recuerdo que a veces discutían con mi padre porque se llevaba la camioneta sin permiso o la usaba todo el día para hacer las actividades sociales ya descriptas. Siempre por su actitud y pensamiento, lo considerábamos como una persona preocupada por los que menos tenían, que no le era indiferente a los problemas de la gente y por supuesto, no dudaba en darles una mano.

En el juicio a represores de Neuquen, el suboficial (r) del Ejército, Valentín Toledo en su declaración dijo: ” … se sacó a tres personas vendadas, (entre entre ellas José Mendez) las colocaron en el piso del Falcon, una encima de la otra, con los ojos vendados, el suboficial iba fuertemente armado, vestido con un jogging y al igual que otro integrante del operativo, con los pies arriba de los prisioneros que iban apilados y vendados en el piso del Falcon” dijo también que “… viajaron desde la U6 de Rawson hasta la U9 de Neuquén en esas condiciones, sin que el Falcon -gris o blanco, no recordó-, se detuviera más que 10 minutos a cargar nafta en un trayecto de unos 750 kilómetros.

Aún hoy sigue desparecido, aun hoy queremos saber que hicieron con él.

Su hermano Rogelio Mendez

http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/m/mendezjd/

Daniel Omar Vattino

Daniel Omar Vattino

Argentina

Colimbas

El Escuadrón Perdido, por José Luis D’Andrea Mohr.

Nació: 29 de abril de 1954
Desapareció: 19 de agosto de 1977
Unidad: Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral”
Director: Coronel Nolberto CHIAPPARI
Jefe de Sección: Teniente primero Daniel Alejandro POLANO
Jefe de Area del domicilio: coronel Ovidio Pablo RICCHIERI
Jefe de Inteligencia (área domicilio): Mayor Jorge Alejandro MARTINUCCI
Jefe del Centro de Operaciones Táctico: Capitán Juan Carlos BUSTAMANTE
Comandante de Zona: General Santiago Omar RIVEROS

El 4 de febrero de 1947 Julio Roberto VATTINO y cientos de jóvenes conscriptos recién incorporados recibieron la orden: “¡Embarquen!”. Estaban en la estación Chacarita, a cargo del sargento LEDESMA, y SU destino era el Regimiento 4 de Infantería, en Monte Caseros, Corrientes, al mando del teniente coronel Miguel Juan SEMERARO.

Llegaron a destino y los alojaron en carpas, porque la unidad estaba en construcción y los conscriptos iban a ser utilizados como mano de obra para esa tarea.
Roberto VATTINO fue designado furriel de una compañía al mando del teniente Juan José Narciso CANTARELL, quien años después entraría en esta historia.

A pocos días de llegar, la compañía recibió la orden, precedida por un toque de silbato: “¡Al pie de la cama!”. Los soldados saltaron al piso y formaron en dos filas separadas por el pasillo central. Un conscripto, medio dormido, cayó al piso desde la cama de arriba y tardó en pararse más de lo deseado por el cabo NOTARO, suboficial de semana. Este hombre, enfurecido y tal vez ebrio, se abalanzó sobre el recluta y lo pateó en las costillas. Pese a que el muchacho se desmayó, el cabo continuó paseándolo. Lo llevaron a la enfermería y murió allí a los dos días de la cobarde agresión. Se hizo el velatorio en el Regimiento 4 y los soldados se enteraron de que el compañero asesinado era judío cuando un suboficial retiró el crucifijo de la capilla ardiente.

El cadáver del soldado fue entregado a los padres en cajón cerrado con la explicación de “muerte por accidente al caer de la cama superior”. El parte médico rezaba “Muerte por destrucción del bazo y fractura de dos costillas”. El médico del Regimiento 4 de Infantería era el teniente primero Radamés Angel FIORETTA y al asesino, el cabo NOTARO, lo cambiaron de compañía como castigo.

En septiembre de 1947, por su excelente desempeño, Roberto VATTINO salió con la primera baja. Lejos estaba de imaginar que treinta años después padecería un infierno parecido al de los padres del soldado judío asesinado a patadas por un suboficial del Ejército Argentino, cuyo crimen quedó impune.

El 6 de mayo de 1977 Daniel Omar VATTINO ingresó al servicio militar como soldado de la Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral”. Tenía 23 años, había pedido prórroga, era profesor de piano y estudiaba Filosofia. Conoció en Buenos Aires a Ada Margaret BURGUEÑO, descendiente de Tomás BURGUEÑO, militar uruguayo integrante de los “33 Orientales”. La muchacha, después de revalidar en la Argentina su título secundario, se anotó en la Facultad de Ciencias Económicas.

Daniel y Marga se enamoraron y, después de algún tiempo, una enfermedad pasajera de la joven hizo que los padres del muchacho decidieron alojaría en su casa, donde compartió la habitación con Alicia VATTINO, hermana de Daniel. Casi un año después de la mudanza de Ada, los jóvenes decidieron casarse y obtuvieron fecha en el Registro Civil de San Martín para el 22 de agosto.

Daniel Omar VATTINO, inicialmente, fue designado conductor de un Unimog; poco después lo cambiaron de vehículo y pasó a manejar un colectivo pintado exactamente igual que los de la línea 176. En él viajaban entre Palermo y la Escuela “Sargento Cabral” los oficiales que residían en la Capital Federal.

Durante su desempeño como conductor del Unimog, Daniel narró a sus padres lo que sigue: “Tuve que que llevar varias veces mucha comida en cilindros a Campo de Mayo. Me hacían detener a doscientos metros de la Plaza de Tiro y allí cargábamos los tachos en un rastrojero, nos llevábamos los vacíos y volvíamos a la Escuela”. (Daniel no podía saber, aunque intuyera algo muy extraño, que la comida que transportaba era para los secuestrados en uno de los centros clandestinos de detención de Campo de Mayo.)

El 19 de agosto de 1977 Roberto VATTINO llevó a Daniel a la Escuela de Suboficiales en su automóvil y lo dejó allí a las seis y media de la tarde. Se despidieron con alegría: tres días después sería el casamiento con Marga y, con un poco de suerte, llegaría la baja.

Al día siguiente por la madrugada, la casa de los VATTINO en Villa Ballester fue allanada por varias personas vestidas de civil. Abrieron la puerta con una llave del llavero de Daniel Omar y uno de los bandoleros llegó hasta el dormitorio del matrimonio. Despertó a Roberto poniéndole una pistola en la sien y se presentó como “José GIORDANO, de Coordinación Federal” (aunque uno de sus subordinados lo llamó “mi capitán”).

GIORDANO obligó a VATTINO a conducirlo a la habitación donde dormían la novia y la hermana de Daniel, enferma de cólico renal.

-¿Cuál es la enferma? -preguntó GIORDANO.
-Yo, ¿qué pasa? -contestó Alicia VATTINO.
-Con usted nada. Usted, vístase -ordenó GIORDANO a Marga.

La muchacha le pidió que saliera mientras se vestía, pero el individuo permaneció en la habitación hasta que Marga estuvo lista. La llevaron a la cocina para interrogarla, mientras el resto de la familia, encañonado por uno de los bandidos, permanecía en otra habitación. Luego del interrogatorio, que se llevó a cabo sin violencia, GIORDANO obligó a Roberto VATTINO a firmar una suerte de acta mediante la cual reconocía que no se habían producido maltratos ni robos. Lo cierto fue que los incursores se llevaron un pasacasetes antes de retirarse, con Marga detenida, en un Fiat y dos Peugeot 504, que días después Roberto VATTINO vería en la Escuela de Suboficiales y en el Comando de Institutos Militares. La muchacha secuestrada llevaba en la cartera 80.000 pesos ahorrados y regalos para el inminente casamiento con Daniel.

A la mañana siguiente Roberto VATTINO se entrevistó con el director de la Escuela de Suboficiales, coronel Nolberto CHIAPPARI, quien le dijo que el hijo no se había presentado el día 19 como debía. Indignado, el padre de Daniel le recordó al coronel que él mismo había dejado a su hijo dentro del cuartel. El militar, entre tartamudeos propios de su personalidad timorata, admitió la veracidad de lo dicho por VATTINO, pero dijo: “Entonces. .. se habrá fu…gado”. El indignado padre hizo hincapié vehementemente en lo absurdo de una fuga a tres días de casarse, pero el director mantuvo su teoría.

Roberto regresó a su casa muy asustado. Poco después se presentó un oficial de la Comisaría de Villa Ballester con “orden del Ejército de hacer un plano de la casa”. Mientras lo hacía, comentó su hartazgo con la familia: “Yo me voy a ir porque está todo podrido”.

A partir del momento de la desaparición de Marga y Daniel, el calvario de los VATTINO y los BURGUEÑO recorrió todos los lugares imaginables, mientras soportaban interrogatorios y humillaciones de los terroristas de Estado. Entre tantas vueltas, Roberto VATTINO logró contactar a Juan José Narciso CANTARELL, su antiguo jefe de compañía, ahora coronel. Después de escuchar el relato del padre de Daniel, en el que incluyó lo de la comida entregada en Campo de Mayo, el coronel dijo: “Su hijo tiene que estar en Campo de Mayo”.

Pasaba el tiempo y ninguna autoridad reconocía la detención de Marga y de Daniel. La casa de los VATTINO comenzó a ser visitada por el capellán de la Escuela de Suboficiales, hombre que se desplazaba en una motoneta. ¿El sacerdote pretendía brindar ayuda y apoyo o averiguaba las actividades de la familia para encontrar al hijo? Tiempo después, el padre BENZI -de él se trataba- recibió con asombro el perdón de Roberto VATTINO en su cama del sanatorio San Camilo, donde agonizaba víctima de leucemia.

En 1979 el general Cristino NICOLAIDES, entonces comandante de Institutos Militares, recibió a Roberto VATTINO en su despacho. Su hipocresía quedó demostrada cuando se sacó las jinetas y dijo: ‘Hablemos de padre a padre”. VATTINO, asqueado, ironizó ácidamente: “Usted, por su forma de ser, llegará a comandante en jefe”. Así ocurrió.

Ada Margaret BURGUEÑO, la novia de Daniel y su esposa en la eternidad, había sido miembro de la Juventud de Estudiantes Católicos del Uruguay. Ese grupo de jóvenes recogía y ponía en práctica las enseñanzas del obispo CAIDJIN respecto de la opción ineludible por los pobres. Consultado CAIDJIN por un periodista acerca de qué método iba a utilizar “para la pesca de almas”, si el anzuelo o la red, contestó: “En realidad no me propongo pescar sino cambiar el agua de los peces”.

Lo mismo que el obispo querían Ada Margaret BURGUEÑO y Daniel Omar VATTINO. Pero el agua siguió podrida y ellos dos están desaparecidos.

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua129.htm

David Horacio Chab Tarab

Chab Tarrab, David Eduardo

Argentina

Colimbas

El Escuadrón Perdido, por José Luis D’Andrea Mohr.

Nació: 2 de mayo de 1954
Desapareció: 10 de junio de 1976
Unidad: Hospital Militar Central (HMC)
Director: General médico Jorge E . CURUCHET RAGUSIN
Subdirector: Coronel médico Emilio GARCIA PEREZ
Jefe de Agrupación Tropas: Teniente coronel Hilario David SAGASTI
Jefe de Personal: Teniente coronel Carlos NOVILLO LINARES
Jefe de Compañía: Teniente primero Carlos Manuel DE LA SERNA
Comandante de Sanidad: General de sanidad Julio Alberto CORDERO
Comandante de Zona: General Carlos G. SUAREZ MASON
Comandante de Subzona: General Jorge OLIVERA ROVERE
Jefe de Area del domicilio: Coronel Rodolfo WEHNER
Jefe del Batallón de Inteligencia 601: Coronel Alberto A. VALIN

David ingresó al servicio militar en marzo de 1975 y fue destinado al Hospital Militar Central. El joven, estudiante de Arquitectura de la UBA, fue elegido como asistente por el teniente coronel Hilario David SAGASTI, jefe de la Agrupación Tropas del HMC, a quien tuvo que servir personalmente por catorce meses.

Después de cumplida la ceremonia de conmemoración del 25 de mayo, SAGASTI le comunicó su baja del servicio con la obligación de concurrir al HMC a retirar su DNI firmado el 15 de junio.

El 10 de junio a las diez de la mañana concurrieron al domicilio de la familia CH” T tres hombres jóvenes vestidos de civil que se presentaron ante el portero del edificio como compañeros de David en el servicio militar. Así ingresaron al edificio, y salieron una hora después con el soldado colgado de los brazos sobre los hombros de dos de los captores, con muestras muy visibles de haber sido golpeado. Lo introdujeron en un automóvil color claro sin patente y se retiraron.

Cuando los padres de David Eduardo regresaron al departamento fueron informados de lo ocurrido por el portero y subieron para comprobarlo. La habitación del hijo estaba completamente desordenada, con los cajones del placard en el piso y señales claras de que los incursores buscaban algo; además, aprovecharon para robar unos objetos de cierto valor.

De inmediato el padre de David Eduardo hizo la denuncia en la Comisaría 35a y en el Departamento Central de Policía. En el HMC las autoridades negaron, como en otros casos de soldados desaparecidos de su dotación, tener conocimiento del episodio y de los motivos; hasta demostraron asombro por lo ocurrido.

David Eduardo CHAB TARAB está desaparecido junto a sus compañeros soldados del HMC Guillermo José BEGEGA TRIPODI, Raúl RINALDI y Luis Enrique GIMÉNEZ D’IMPERIO.

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua34.htm

Carlos Rolando Caito Genes

Genes, Carlos Rolando

Argentina

Colimbas

El Escuadrón Perdido, por José Luis D’Andrea Mohr.

Nació: año 1955
Desapareció: 20 de agosto de 1976
Unidad: Distrito Militar Formosa
Jefe: Teniente coronel Juan César LEIVA
Jefe de Area: coronel Reinaldo Martín ALTURRIA
Médico:Teniente primero médico Faustino BLANCO CABRERA
Jefe del Destacamento de -Inteligencia: Mayor Francisco MOLINA
Comandante de Zona: General Ramón Genaro DIAZ BESSONE
Comandante de Subzona: General Cristino NICOLAIDES

Carlos Rolando GENES hacía el servicio militar en el Distrito Militar Formosa, su provincia. Por la noche cursaba el quinto año en la Escuela Nacional de Comercio, de la que era abanderado.

El 26 de agosto de 1976 unos hombres de “Inteligencia” se presentaron en la escuela y solicitaron al director que les permitiera entrevistar a Rolando. Cuando el alumno-soldado se presentó fue esposado y, ante muchos testigos, subido a un camión militar del Ejército. Compañeros de estudios del muchacho avisaron a la familia, y la hermana del detenido llamó por teléfono al Distrito Militar. El suboficial de turno le informó que el soldado GENES estaba detenido por averiguaciones llevadas a cabo en el Regimiento de Infantería de Monte 29, cabecera del Area 234.
Al día siguiente, la hermana de Carlos Rolando, empleada de la Gobernación de Formosa, se entrevistó con su jefe, el secretario general de esa dependencia, mayor Luis Alberto RADRiZZANI. Este averiguó que el soldado GENES estaba detenido por haberse involucrado en un hecho del que no podía hablar por el “secreto del sumario en curso”.

Después de días de inútiles gestiones ante el coronel LEIVA, jefe de Carlos Rolando en el Distrito Militar, su hermana logró ser atendida por el segundo jefe del Regimiento 29. El Teniente Coronel PLEICHOT le informó que “se haría un Consejo de Guerra para juzgar al soldado, ya que estaba acusado de haber bailado en una fiesta con una extremista”. A la hermana, que le llevaba mudas de ropa y frutas, sólo le recibieron las prendas limpias, porque “el soldado no estaba en un hotel, por lo tanto no podía tener el privilegio de comer frutas”. Tampoco le permitieron verlo.

La familia GENES pasó cuatro semanas de angustia, incrementada por rumores de que al muchacho lo estaban torturando, hasta que el domingo 19 de septiembre al mediodía se presentó en la casa un oficial acompañado por varios soldados armados.

Ordenó a la hermana de Carlos Rolando que lo acompañara “munida de sus documentos de identidad”.

Una vez en el Regimiento 29, el segundo jefe, teniente coronel PLEICHOT, le dio la noticia de que el hermano había fallecido a consecuencia de un “autoestrangulamiento”, porque al caer se habia golpeado la columna: “Murió por falta de atención ya que todo ocurrió durante la noche”. Cuando la hermana solicitó la entrega del cadáver, el jefe de Inteligencia le contestó: “Si durante los treinta días que estuvo vivo no se escapó, ahora que está muerto, menos”, pero la autorizó a ver al soldado muerto. “Estaba tendido en una camilla metálica, con un corte en el cuello, golpes en la nariz, boca, heridas en cicatrización y su físico enflaquecido de manera casi increíble”, relató la hermana.

A la mañana siguiente, la familia GENES debió soportar medio día de espera para que se les extendiera el certificado de defunción. Tras ese lapso interminable, la familia recibió un acta con el sello y sin la firma del médico, teniente primero Faustino BLANCO CABRERA, y firmada por el coronel Reynaldo Martín ALTURRIA En el papel constaba la entrega del cadáver del “ex soldado Carlos Rolando GENES”.

El soldado torturado y muerto estaba acusado de “bailar en una fiesta con una extremista”.

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua55.htm

Eduardo Colella

Eduardo Alberto Colella

Argentina

Colimbas
Desaparecido el 12/12/76
Tenía 21 años

El 10 de noviembre de 1976 un grupo de civiles armados allanó el domicilio de la familia Colella en Mar del Plata. Le preguntaron al padre por “su hijo” y, al enterarse de que Eduardo hacía el servicio militar en Esquel, se retiraron.

Durante la semana que siguió al allanamiento, al no recibir noticias de Eduardo, los padres viajaron a Esquel. Allí los recibió el teniente coronel Fernando Eugenio Chercoles, jefe del Destacamento, quien les aclaró que el soldado había sido trasladado al Comando del V Cuerpo de Ejército por orden de la superioridad”. Un capitán de la unidad de Cercoles, de apellido Cinto amplió la información de su jefe y confió a los padres que su hijo había sido detenido por “sospechoso”.

La alarma del matrimonio creció al enterarse, por medio de conscriptos compañeros de Eduardo, que el joven había sido trasladado encapuchado y esposado al aeropuerto de Esquel, donde un avión se lo había llevado a algún lugar que los informantes no podían precisar, quizá Bahía Blanca. Hacia esta ciudad viajaron los padres, pero no obtuvieron de las autoridades militares ninguna información.

Después de días de búsqueda angustiosa, el 15 de febrero de 1977 llegó una carta de Chercoles destinada a los padres de Eduardo. En ella les informaba que el soldado Colella había recibido en Bahía Blanca la orden de reintegrarse a su unidad en Esquel, libre de culpa y cargo, pero como el joven no se había presentado en la unidad, “se habían iniciado actuaciones por deserción”. Increíblemente, Chercoles solicitaba a los padres del “desertor” que influyesen sobre el muchacho para que regresase al cuartel.

Eduardo Alberto Colella jamás apareció.

http://desaparecidos.org/arg/victimas/c/colella/

Jorge Alberto Bonil

June 22, 2021

Jorge Alberto Bonil

Argentina

Colimbas

El Escuadrón Perdido, por José Luis D’Andrea Mohr.

Nació: 22 de julio de 1953
Desapareció: 28 de febrero de 1977
Unidad: Regimiento de infantería de Montaña 22
Jefes:
Teniente coronel Alberto CALLONI
Teniente coronel Juan Bautista MENVIELLE
Jefe de Compañía: Teniente Carlos Alfredo LOPEZ PATTERSON
Comandante de Zona: General Luciano Benjamín MENENDEZ
Comandantes de Subzona:
General Jorge A. MARADONA (diciembre de 1975 – febrero de 1977)
General Juan Pablo SAA (febrero de 1977 – febrero de 1979)

El 28 de febrero de 1977 al soldado Jorge Alberto BONIL le restaban pocos días para terminar su servicio militar. Salió de su casa a las cinco y media de la mañana para presentarse en su destino, el Regimiento de Infantería de Montaña 22, en Marquesado, San Juan. La familia no imaginó que ésa sería la última ocasión en que verían al hijo conscripto, asistente del teniente DEL TORCHIO.

Días después, los padres se enteraron con estupor de que el muchacho había sido dado de baja… por desertor. Decidieron investigar personalmente qué había sucedido: no podían creer que su hijo hubiera desertado cuando faltaban sólo días para que finalizara su servicio militar.

Averiguaron que el 28 de febrero, efectivamente, Jorge Alberto se había presentado en el RIM 22, como lo reconoció el teniente DEL TORCHIO; pero las autoridades de la unidad insistieron en la “deserción” del soldado BONIL.

El habeas corpus presentado en el Juzgado Federal de San Juan fue rechazado el 24 de junio de 1977 por el doctor Mario GERARDUZZI.

Jorge Alberto BONIL continúa desaparecido.

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua21.htm

Jose Luis D´Andrea Mohr

Jose Luis D´Andrea Mohr

Argentina

https://www.lanacion.com.ar/politica/fallecio-dandrea-mohr-el-capitan-que-enfrento-al-ejercito-nid53434/

 

http://www.desaparecidos.org/arg/doc/escuadron/escua06.htm

 

Era descendiente del invasor inglés Carl Beresford quien estuvo un tiempo preso en Buenos Aires; unos años después vino a vivir aquí una señorita inglesa llamada Mary Brikford Beresford, quien más tarde se casó con José Mohr, primer cónsul prusiano en la Argentina, tatarabuelo del Vasco. La carrera militar parecía llevarse en la sangre de la familia, desde su bisabuelo hasta su padre, todos portaron uniforme.

Fue instructor paracaidista, amante de nuestra Antártida y de la Patagonia como de su gente humilde y en lugar de deshonrar su persona y a las FF.AA. torturando y desapareciendo compatriotas, se colocó decididamente en la vereda de enfrente de los militares genocidas, los que según él mismo decía: “en un ejército sanmartiniano no hubiesen tenido siquiera la honorable tarea de mozos de letrina“.

Egresó del Colegio Militar como subteniente del arma de Ingenieros en 1961. Ya como estudiante dio muestras de rebeldía y dignidad: “Yo jamás, jamás, me arrastré (…) no soy un gusano”, decía. “Era el único que no obedecía esa orden”. Y aunque le llovieron los arrestos, porque lo rebelaban los abusos, el despotismo, terminó los cursos. Afirmaba al respecto que “hay una forma de mandar que se apoya en el sometimiento del otro. Cuanto más pequeñito es un individuo más se siente engrandecido por el sometimiento del otro”.

Continuó dando muestras de su carácter obstinado al negarse a combatir en los enfrentamientos entre “azules” y “colorados” de 1962, ello lo hizo pasible de 35 días de arresto, los primeros de los 305 que cumpliría a lo largo de su carrera. Al producirse en 1963 un nuevo enfrentamiento y una nueva negativa lo metieron preso más de dos meses y al salir lo trasladaron a Río Gallegos, especie de depósito de castigados, donde estuvo dos años.

Su siguiente destino fue el norte de Santa Fe, Villa Ocampo, en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 121. Ahí estuvo casi un año, luego fue a Buenos Aires para un curso, se casó, tuvo un hijo y fue miembro de la Expedición Antártica que invernó en la Base Belgrano, la más austral, entre 1967 y 1968, tal como era su anhelo. Cuando volvió, lo mandaron al Batallón de Ingenieros Topográficos 601, luego es destinado a Bariloche a la Compañía de Ingenieros de Montaña 8 y nuevamente a la ciudad capital, a la Compañía de Policía Militar 101, a cargo de una sección de seguridad a la que debía entrenar en toda forma de combate urbano. En ese año, el 17 de noviembre de 1972 Perón regresó al país, ese hecho cambió definitivamente su vida: cuando se encontraba al frente de una compañía de la Policía Militar y recibió la orden de “disolver a un grupo” de personas, que bajo un vendaval quería acercarse a Ezeiza, donde el Gral. Juan D. Perón se disponía a aterrizar después de 18 años de exilio “D’Andrea se quitó el casco y avanzó a parlamentar con los manifestantes. Le salió al paso una anciana de ojos azules que le preguntó “¿Qué, nos van a matar?”. La anciana le recordó a su amada abuela. D’Andrea sonrió, la estrechó en un abrazo y la tranquilizó” y les explicó la manera de continuar sin ser molestados. Ya nada volvió a ser igual.

Al acercarse las elecciones del ’73 la jerarquía militar prevé no entregar el gobierno en caso de que gane el peronismo. A partir de reuniones y conversaciones, organiza a Neuquén, su nuevo destino, como “ciudad liberada” apoyándose en su compañía, el Batallón de Ingenieros de Construcciones 181. Contaban además con 400 casas civiles, con teléfono y auto. Hasta había planeado armar civiles.

Este díscolo oficial fue retirado del ejército en 1976, pero paradójicamente, no por razones políticas sino por negarse a declarar en un Sumario en el que debía hablar de la vida privada (la vida sexual) de mujeres y hombres acusados. Fue sometido a un Tribunal de Honor, al que acusó de inmiscuirse en la vida de los demás en contra de lo que su fundador, el General San Martín, sostenía sobre lo que podía hablarse y lo que no debía hablarse. Pero, a esa altura, confiesa el Vasco, que “hacía unos años que estaba harto del Ejército. Tanto, que se negó a entrar en la Escuela de Guerra, destino imprescindible para avanzar en la carrera”.

Días después se produjo el golpe y fue convocado a participar en un “grupo de tareas”, pero se negó de manera violenta, amenazando de muerte al portador de la propuesta. “Y nadie me molestó nunca más”, porque las órdenes indignas se cumplen compulsivamente cuando uno está mal formado o es un indigno. Un militar que un día juró defender la Patria hasta perder la vida, y, ante el susto de perder la propia, se dedica a hacer perder las de sus compatriotas, es un traidor. (Dos años más tarde, al aumentar la escala bélica con Chile, fue convocado al servicio activo).

Alejado de las FF.AA. radicado en el sur, se dedica al periodismo. Hacia 1983 publica artículos en el diario Río Negro en los que criticaba duramente el accionar represivo. Cuando los militares sacaron su ley de autoamnistía escribió en contra de ella, y le hicieron otro Tribunal de Honor que lo sancionó con una descalificación por “falta gravísima al honor”, por haber sido desleal para con la Fuerza, y nuevamente fue arrestado. Publicó su apelación en El Periodista de Buenos Aires, dónde “no hacía ningún descargo sino más cargos”. Dos años más tarde en un Consejo de Guerra era destituido. Para que la humillación sea completa, se le envió a D’Andrea Mohr la Junta Superior de Reconocimiento Médico del Ejército para que evaluara su salud mental. Seis meses después, se entera que se había dictaminado que era “un psicópata, paranoico, inútil para todo servicio militar, disminuido en un cien por ciento para actividades militares y en un setenta por ciento para actividades civiles, con tendencia a desmejorar con los años”. D’Andrea fue expulsado formalmente del Ejército en 1987 por un Consejo Militar que lo tildó de “maniático querulante”, calificativo que, viniendo de quienes venía, lo llenaba de orgullo.

“El Vasco” se había vinculado al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y se había recibido de locutor y periodista, publicando notas en el efímero diario Sur, en cuyos artículos ridiculizaba a los militares represores tachándolos de enfermos de “intrapilosis”, mal castrense derivado del prolongado uso de los cascos que hacía que el pelo les creciese por dentro del cerebro. Luego de vencer la desconfianza y el maltrato de muchos progresistas logró escribir en Humor, en La Razón, Página 12 y en La Maga a los que convirtió en trincheras desde donde combatió a los señores de la muerte, al tiempo que el juez español Baltasar Garzón, comenzaba a enjuiciarlos.

Llegada así la oportunidad, pone a disposición del mismo todo el material documental recopilado que culminaría poco tiempo más tarde en lo que fue Memoria Debida (De vida), un libro que “reúne la historia de la violencia política moderna en la Argentina; la ideología devenida del extranjero, como la “Escuela de las Américas”, la propia ideología introducida a través de la Vicaría Castrense; y los desaparecidos”. En suma, en él “está desarrollado todo lo que podemos saber hoy del terrorismo de Estado”. Incluso en 1998 se presenta ante dicho juez a prestar declaración. Otro texto muy importante de su puño y letra, es El Escuadrón Perdido, en el cual denuncia la desaparición de 129 conscriptos y en donde sentenciaba, en referencia a los decretos de aniquilamiento del accionar subversivo que “Los decretos no imponían un golpe de estado. El aniquilamiento consiste en impedir que el oponente quede en condiciones e continuar la lucha. Durante el combate puede haber muerte o heridos, pero continuar la agresión contra prisioneros se llama exterminio, y esa palabra no figura en manual alguno“. Ambas investigaciones fueron de gran utilidad para conocer el mecanismo de desaparición de militantes, sus responsables, etc., y sirvieron de pruebas y apoyo documental para radicar denuncias penales contra los genocidas, incluso en una de ellas, que lleva su firma, se denuncia a Henry Kissinger por su participación en las matanzas en América Latina. Colaboró también con las Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de nietos apropiados por los captores.

Expulsado de su paraje patagónico por apoyar una huelga, se incorpora junto con el Capitán Federico Mittelbach, el Tte. Cnel. Jorge Mittelbach, el ex Cnel. Juan Jaime Cesio también expulsado del Círculo Militar y descalificado por falta gravísima al honor, el Cnel. José Luís García y el Cnel. Horacio Ballester, actual presidente, entre otros, al CEMIDA (Centro de Militares para la Democracia Argentina), institución militar que optó “estar con los desaparecidos contra los métodos nazis de nuestros militares”.

Este bravo militar, que retó a duelo a Cristino Nicolaides y se jactaba de que no había sido perseguido por los militares genocidas sino de haber sido él quien los persiguió a ellos, en una ponencia dictada en la ciudad de Sevilla llegó a afirmar que “por carencia de objeto social” las FF.AA. deberían disolverse en todo el cono sur de América.

Poco tiempo después encontraría en el cáncer un nuevo enemigo. Si bien había sido expulsado del Ejército conservaba su obra social y ante la falta de recursos para atenderse en otro sitio, D’Andrea Mohr se atendió en el Hospital Militar, donde murió el jueves 22 de febrero a causa de una septicemia. Previamente, aunque sin que él lo pidiera el General Ricardo Brinzoni, a partir de gestiones que había iniciado el General Martín Balza, le restituyó su grado de Capitán.

En el último mail que envía, el día anterior a su ingreso en el hospital militar, se despedía como legando un mandato: “Besos y sigan adelante aunque el horizonte huya. José Luís“.

Bruschtein, Luís. En http://www.asociacionsere.org.ar/material/jldm.htm
D’Andrea Mohr, José Luís. El Escuadrón Perdido…y desaparecido, Bs.As., Planeta, 1988.
D’Andrea Mohr, José Luís. Memoria debida (De vida), Bs.As., Colihue, 1999.
D’Andrea Mohr, José Luís. Ponencia de las Jornadas de Debate y Reflexión FF. AA. y Derechos Humanos: ¿Es posible alcanzar el equilibrio?”. Sevilla, 22 al 24 de Marzo, 1999, en http://www.paginadigital.com.ar/articulos/.
Gilio, Maria Esther. Conversacion con Jose Luís D’Andrea Mohr un militar diferente, 20de julio de 1998, en http://www.ser2000.org.ar/Archivo/d000e5de.htm.
http://www.clarin.com/diario/2001/02/24/p-01301.htm.
http://www.pagina12.com.ar/2000/00-01/00-01-26/contrata.htm.
Kohan, Néstor. Venezuela y la batalla internacional de la Revolución Bolivariana, en Rebelión, 11/8/2004.
Salinas, Juan José. Semblanza publicada el 24 de febrero 2001 en http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2002rest/.

(*) Profesor en Historia

https://www.taringa.net/+info/jose-luis-d-andrea-mohr-1939-2001-militar-argentino_12x547

José Reinaldo Monzón

José Reinaldo Monzón

Argentina

Colimbas

Desaparecido el 21/4/77

A los 22 años
Fue secuestrado en Ciudadela
No tenemos testimonio de su paso por un C.C.D.
Sus restos fueron identificados por el EAFF en el 2009

EL CHANGO participaba del grupo de la iglesia de la medalla milagrosa de Merlo Pcia.de Bs.As. Nos cuenta su familia y algunos compañeros que era Peronista, tocaba la guitarra, participaba de los campamentos de la época que se organizaban desde la incipiente iglesia que estaba a cargo del Cura “CHINGOLO” y luego del cura ADAMO, de este grupo donde había muchos activistas y militantes fueron DETENIDOS DESAPARECIDOS varios/as compañeros/as entre otros/as TERESITA TROTTA y el CHANGO.

El CHANGO tenía por oficio LA CARPINTERÍA. Nos dicen que trabajaba bien la madera .

En el 76 le toca la colimba bajo el mando del temible torturador, el coronel Fichera, en el cuartel de Ciudadela. Es testigo de operativos, ve gente secuestrada al fondo del cuartel. Cuenta estas cosas a su familia y ésta cree que también las cuenta entre Compañeros y amigos, además por su oficio Fichera lo llevaba a su casa particular para que le hiciera muebles. La familia cree que esto último, más alguna sospecha de su participación en la iglesia, hizo que desde el cuartel lo fueran a secuestrar a su casa para luego ser asesinado en el Vesubio.

Fue identificado por el EAAF

El Chango será sepultado en el cementerio de Santa Mónica junto a los restos de su Madre.

http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/m/monzonj/

Juan Carlos Prat

Jose Carlos Prat

Argentina

Colimbas

Detenido-Desaparecido el 1/1/77
a los 26 años
José cumplía con el servicio militar obligatorio en el Batallón de Arsenales 121, en San Lorenzo, Santa Fe, desde abril de 1976, a las órdenes directas del mayor Román Virgilio Pérez.

El 31 de diciembre de 1976 partió hacia el Batallón a las siete de la tarde porque debía realizar una tarea pendiente. José salió a las 19 horas y nunca regresó.

El 2 de enero de 1977 por la tarde se presentaron en casa de la familia Prat cinco personas de civil y armadas que dijeron ser policías. Revisaron la vivienda con la precisión de quienes ya la conocían, robaron dinero y dejaron al matrimonio encerrado en el baño.

Una vez liberados de su encierro, los padres de José Carlos fueron a la Comisaría 51 a denunciar lo ocurrido, pero no los quisieron atender. Se presentaron entonces en el cuartel (cabecera del Area 211) con la intención de hacer la denuncia y ver al hijo. Para su sorpresa, allí se enteraron por el mayor Pérez de que él supuestamente le había dado franco hasta el día 3 de enero, desde la tarde del 31 de diciembre. Agregó Pérez: “Y si no apareció por la casa se debe haber ido con los guerrilleros”.

José fue declarado desertor, y el habeas corpus presentado en su favor fue rechazado por el juez federal Guillermo E. Tschopp. . José Carlos está desaparecido.

http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/p/pratj/

Juan de Dios Villa

Juan de Dios Villa

Argentina

Colimbas

Desaparecido el 4/11/76

A los 21 años

Juan de Dios Vila trabajaba como agente civil en el Batallón de Arsenales 141 “José María Rojas”, ubicado en Holmberg, Córdoba. En ese mismo lugar trabajó por treinta años su padre, muerto en 1972. Juan de Dios estudiaba Filosofía y Letras en la Universidad de Río Cuarto y podría haber hecho el servicio militar en el mismo lugar donde trabajaba, de no haberle tocado un número de sorteo que lo llevó a la Armada.

Juan de Dios, nombre de su padre y de su abuelo, teniente coronel expedicionario al desierto, fue destinado a la Escuela Naval Militar en Río Santiago, provincia de Buenos Aires. Después de algunos meses normales y sin sanciones disciplinarias, dio señales de estar enfermo, posiblemente por la situación económica de la familia, a la que sostenía en gran medida. Su estado de salud motivó que un médico de la Escuela Naval diagnosticara “neurosis depresiva” y pidiera Junta Médica. Así se hizo, y el resultado fue una orden de baja inmediata por “Deficiente Aptitud Física” fechada el 5 de octubre de 1976.

Juan de Dios se retiró de la Escuela el 7, con la advertencia de que sería llamado mediante telegrama para que se presentara a recibir la libreta de enrolamiento firmada. Lo citaron y se presentó el 25 de octubre, pero no le entregaron la libreta y le ordenaron regresar el 3 de noviembre. Cumplió la orden, pero no se retiró de la Escuela hasta el 4 a la mañana. Después de desembarcar de la lancha que lo transportó desde Río Santiago fue detenido en el muelle junto con Hugo Diego Vodovossoff

Ambos están desaparecidos y, según la Armada, la responsabilidad de la institución había terminado con la baja.

De El Escuadrón Perdido

http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/v/vilaj/

briancarlsonartist@gmail.com